jueves, 17 de diciembre de 2015

Quería escribir. Realmente lo quise.
Un párrafo largo, quizás dos. No tengo idea.

Realmente lo deseaba hasta que abrí el documento. Ahora sólo escribo lo que me aqueja actualmente, pero de lo que quería plasmar ni hablar.

El desánimo permanente que lleva mi día a día ya se ha hecho agotador. El dolor de la herida sigue ahí, ardiendo; recordando que aún existe, aparentemente, buscando dejar la cicatriz más notoria que se pueda.


Lo único que cruza por mi mente es la palabra dolor. Quizás la palabra tristeza también.
Introvertido.
Escéptico
Sarcástico.

Dolor, nuevamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario