miércoles, 9 de agosto de 2017

10-08-2017

Perderte es lejos una de las cosas más dolorosas y que más me han hecho odiarme en la vida.

Perdóname por todo.
Te amo.

Ahora y siempre.

domingo, 23 de abril de 2017

23-04-2017

En algún momento mi motivación fue realmente escribir diariamente acá. No como descargo, más bien como práctica. Para no dejar de hacer eso que era lo que me servía cada vez que estaba agobiada.
Finalmente, al igual que todo, lo dejé. Ahí. Ni siquiera cercano a la mitad. Inconsistente, vacío y pobre. Como todo lo que hago.

Hay demonios con los que he lidiado con años. Algunos tan permanentes que se sentían más familia que mi propia familia y otros que disfrutaban sus vaivenes, yendo, volviendo a su placer y gusto dejándome en la ruina cada vez que volvían luego de haber armado una nueva estructura sin ellos.


He crecido. He cambiado. He madurado. He perdonado. Pero jamás, jamás he olvidado una simple palabra. Un simple gesto. Una simple acción. Por más simple que sea, se queda. Al igual que lo complejo. Da igual que sea bueno o malo, siempre lo hace. Sólo desearía que quizás fuesen más los buenos que los malos quienes se quedan y se repiten sin fin en un loop de tortura y martirio para mi cabeza que sufre diferenciando buenas emociones.

Gustaría no ser tan cambiante. Gustaría ser más estable. Más útil. Poder cumplir lo que el resto espera de mí. Estoy cansada, asustada, desolada, sola. Quizás no sola. Quizás estoy demasiado rodeada, pero ellos me quieren hacer entender que estoy sola. Que a nadie le importo. Que nadie me quiere. Cuando hay gente, que diariamente me demuestra lo contrario. Gente que pese a todo se ha quedado, que me ha dado su mano, su hombro, lo que ha sido necesario. Y esto, qué me hace dar a cambio? Nada. Egoísmo. Una estela amarga de desinterés, de ingratitud. Gustaría ser diferente.
Gustaría muchas cosas pero al momento de cambiar, todo cambia. Quizás, no me importa tanto. Quizás, no lo quiero tanto. Quizás sólo gustaría y nada más, porque no quiero hacer algo al respecto.

Vivir convencido de que la vida no es nada y que no vas a durar pasa la cuenta, cuando quieres vivir, cuando quieres durar, cuando te das cuenta que eres capaz. Y que esas cosas, sigan ahí, impidiéndote el paso, cambiando de parecer un millón de veces y así.

Estoy triste. Insegura. Temo amar. Temo avanzar. Temo demasiadas cosas que son necesarias en esta vida. Temo temer. Estoy aburrida de temer. Quiero querer, pero más aún quiero hacer lo que quiero no limitarme en querer.

¿Algún día terminaré algo?